Pregunta de la lectora: Soy una mujer adulta con tres hijos. Mis padres siempre han
estado demasiado pendientes de mí. Me he dado cuenta de que no confían lo
suficiente porque dudan de mis decisiones y de la forma en que cuido a mis hijos.
¿Usted cree que el hecho de que haya casado dos veces afecta su percepción acerca
de mí?
Respuesta de la terapeuta: Muchos padres no lograron separarse de su familia de
origen y alcanzar su individuación como personas autónomas, situación que los
conduce, de forma inconsciente, a relacionarse de igual manera con sus hijos.
No todos los padres tienen la capacidad de reconocer sus carencias y, muchos menos,
de darse cuenta de cómo cargan a los hijos para que cumplan sus expectativas según
sus creencias familiares, personales y grados de diferenciación.
El grado de diferenciación va asociado con el autoconocimento y la autocomprensión
de sí mismo, cuyo objeto es reconocerse como persona con autonomía y capacidad
para crecer y madurar sin dejarse atrapar y fusionar por los padres inmaduros.
Los padres eligen inconscientemente al hijo más vulnerable, el que ellos consideran es
más frágil, maleable y complaciente. Los límites entre el yo del hijo y el de los padres
no queda claramente establecido, por lo que se construye una masa indiferenciada.
Esto dificulta que los hijos establezcan una base sólida que permita diferenciarse de los
padres adultos, aunque inmaduros, estableciendo los límites psicológicos necesarios
para ser una persona con identidad y autonomía.
Lo que le sucede no es asunto de ahora, es un proceso emocional de larga data, de
interacciones repetidas por años y expectativas creadas desde su edad temprana. Sus
temores no surgen ahora, han estado ahí siempre, solo que es ahora cuando usted se
da cuenta.
Su tarea es revisar de qué manera fue cumpliendo con esas expectativas, cómo usted
fue adaptándose inconscientemente y jugando el rol determinado por ellos. Si alguna
vez intentó modificarlos ¿qué pasó? ¿Cómo reaccionaron ellos? ¿Qué le decían para
que no se saliera del guión familiar?
Evalúe si el hecho de no mantener una pareja estable por años es una forma de
cumplir con su guión y confirmar las expectativas de inmadurez que proyectan sus
padres.
Considere si sus padres también lo han sido de sus hijos, si son sus cuidadores y
protectores, y si usted ha delegado su rol complacientemente. De ser así, usted sigue
atada a su lado infantil.
Está a tiempo de hacer grandes cambios.
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