Pregunta del lector: Soy una persona activa en las redes sociales. He visto una diversidad de comentarios que oscilan entre interesantes y degradantes. Muchos mensajes se destacan por atacar o insultar a de personas y otros son concebidos para conseguir seguidores o likes, a partir de chistes sobre temas serios, entre otros. También haypersonas que no opinan ni publican. Me gustaría conocer su opinión al respecto.
Respuesta de la terapeuta: Mucho se ha escrito sobre el tema de la tecnología, las redes sociales y las adicciones a esos medios. No soy experta en el tema, así que haré mis comentarios al respecto los haré con base a mi participación en Twitter e Instagram dado que también soy activa en esas las redes sociales como profesional.
Mis comentarios no estarán sujetos a las clasificaciones ni caracterizaciones de los expertos, sino en base a mis apreciaciones.
Enumeraré las categorías que he identificado, sobre todo en Twitter, ya que eventualmente, concentra en su pequeño universo y en torno a un mismo tema interacciones entre personas con diferentes características específicas y diferentes niveles académicos y sociales, rangos de edad y creencias religiosas.
Naturalmente, cada uno hace uso de las redes sociales con fines distintos y, por lo tanto, la identidad tuitera es bastante diversa. Hay que considerar a aquellos que se escudan detrás de un seudónimo con el objetivo de ocultarse, atacar y hasta de desnaturalizar un mensaje.
Las clasificaciones que he hecho son las siguientes: tuiteros confrontativos, informativos, complacientes, irrelevantes, súper razonables, narcisistas, religiosos y pasivos.
Cada tuitero demarca su territorio, hace uso pleno del medio e imprime su sello de identidad digital.
De acuerdo con la identidad tuitera los mensajes y las interacciones oscilarán entre intercambios de conocimientos, discusiones sin fundamentación alguna, ataques personales despiadados, manifestaciones de arrogancia, sarcasmo o burlas, entre otros.
Por otro lado, están los mensajes de carácter informativos, cultural, instructivos y de difusión de avances científicos. Los de contenidos religiosos son numerosos, transmiten citas bíblicas, oraciones por los enfermos y confrontación entre creyentes y no creyentes.
Otro escenario digital está representado por los que escriben mensajes sueltos para mantenerse conectados, como por ejemplo: “Está lloviendo fuerte” “Qué día tan bonito”. Y por supuesto, los pasivos, que no escriben, solo leen.
Lo interesante es que, a pesar de la variedad de tuiteros ysus rasgos de personalidad, todos participamos e interactuamos.
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